ORO BLANCO
¿Qué es el Oro Blanco?
Es muy recurrente que nos preguntéis sobre el oro blanco y la diferencia con el oro amarillo. Muchas personas piensan que el oro blanco es otro tipo de oro que se extrae de las minas directamente con ese color blanco. Todo ello, nos ha llevado a escribir esta entrada. Para que podáis saber realmente qué es el oro blanco y sus diferencias con otros tipos de oro. Pues bien, el oro blanco sigue siendo oro, el mismo que el utilizado en el oro amarillo. No obstante, dependiendo de la aleación que le apliquemos, obtendremos un color u otro. De ahí, que hayáis oído hablar de distintos tipos de oro, como el oro blanco, el amarillo y el rosa. Esto es a los distintos tipos de aleaciones que podemos hacer con el oro. Y os preguntaréis por qué se hacen aleaciones y no se utiliza oro puro. Pues la principal razón es que el oro de 24 quilates (oro puro) no es apto para uso en joyería. Principalmente ya que es excesivamente maleable y las joyas se podrían estropear o deslucir fácilmente.
[vc_row][vc_column width="1/1"][vc_separator color="grey"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/1"][vc_column_text]¿Cuál es la composición del Oro Blanco?
Una vez ya sabéis que el oro blanco no es más que oro combinado con otros metales que le aportan ese color blanquecino, es probable que os preguntéis cuál es la composición de esa aleación. Como ya os indicábamos antes, dependiendo del tipo de oro se utilizan unas aleaciones u otras. Y ello, principalmente, va a resultar en un color u otro del oro. La aleación que se utiliza para conseguir el otro blanco se consigue a través de combinarlo con otros metales. Metales como son la plata, el paladio, el cobre o el níquel. El platino también se puede utilizar. No obstante es tan costoso que en la práctica está en desuso para conseguir oro blanco. Y a la joya, es común aplicarle una capa de rodio para que así perdure más el brillo del oro blanco.
[vc_row][vc_column width="1/1"][vc_separator color="grey"][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width="1/1"][vc_column_text]¿Qué proporción de esos metales se utiliza para obtener Oro Blanco?
Para poder responder esta pregunta, antes tenéis que saber que las piezas de oro se miden en quilates. Donde 24 quilates sería oro puro, y a medida que se va combinando con otros metales, se irían rebajando dichos quilates. Por ley, para que pueda considerarse una joya de oro, mínimo tiene que ser de 9 quilates. Es decir, que la joya tenga un 37,5% de oro puro. Y a partir de ahí, te puedes encontrar joyas de 14 o 18 quilates que son las más comunes. Cuantos más quilates mayor pureza tendrá la joya y será de mayor valor y calidad. Es decir, cuanto más oro tenga la joya, más valor tendrá. En alta joyería, lo normal es encontrarte joyas de oro blanco de 18 quilates. Es decir, realizadas con un 75% en oro puro. Para conseguir el oro blanco, ese 75% se combina con los otros metales que te comentábamos que le aportan el color blanco. La proporción de esos metales dentro del 25% restante varía dependiendo de la casa de joyería. Normalmente las proporciones son similares entre unas joyas y otras de oro blanco. No obstante cada casa de joyería tiene sus propias recetas con las que defienden que su aleación es mejor por unas razones u otras. Por ejemplo, hay casas que añaden más paladio ya que ello les permite que el color blanco perdure más tiempo. En fin, cada maestrillo su librillo como decían nuestras queridas y sabias abuelas…
